jueves, 8 de diciembre de 2011

Peregrinaje gastronómico: exprimiendo Madrid

Demasiados días sin escribir en el blog, y tantas cosas por contar... Antes de que todo se me olvide, mejor edito este batiburrillo de pistas gastronómicas en Madrid.
Tengo un joven amigo al que le gustan lugares y cosas que no le corresponden por edad. Con él conocí The Gin Room, uno de tantos locales que últimamente proliferan en las grandes ciudades. Locales dedicados a la bebidas premium, con espíritu tranquilo, enfocados a un público nacido en los sesenta y setenta. The Gin Room me pareció horroroso: decoración entre moderna y clásica, pero ambiente rancio, rancio, rancio.

The Gin Room

Con mi amigo también estuve en un salón de té de nombre Margó. Decorado como una casa de muñecas, entrar en Margó es sumergirse en un pasado cursi. Recomendable si uno quiere ver un lugar insólito, nada más.

El curioso salón de té Margó

Otro día, también con mi joven amigo, fuimos a comer a Pimiento Verde, en la calle Lagasca. Señalar que todos los comensales que había tenían unos 25 años más que yo (excepto mi acompañante, claro está). Aparte de eso, me pareció un lugar caro (compartimos dos primeros, un segundo, un postre y una botella de vino normalito), ya que salíó la cuenta por algo más de 80 euros, y con una carta excesivamente corta. Eso sí, no puedo dejar de mencionar las deliciosas alcachofas que sirven. Por ellas, vale la pena comer rodeada de venerables ancianos.

Las fantásticas alcachofas de Pimiento Verde
Después, para el café, nos fuimos directos a Mamá Framboise, la deliciosa boulangerie que el pastelero Alejandro Montes tiene en la calle Fernando VI. No tengo más que decir que, en una ciudad donde los croissants son realmente espantosos, Mama Framboise es un soplo de aire fresco y sus croissants parecen recien traídos de París.



Con mi amigo Alberto estuve en SoMa, el restaurante del hotel Vincci que hay en la calle Goya. Disfrutamos un montón del menú gastronómico que tienen a 25 euros. El servicio es excelente, y el cocinero, Jorge Lacera, lo borda. Ya escribí sobre SoMa el año pasado aquí en el blog. Es un lugar muy recomendable.

Salón de SoMa
Con Mónica recalé recientemente en El Padre, un restaurante que me recomendó la periodista Raquel Pardo.  Quitando lo horrorizada que estaba mi amiga Mónica con la clase de comensales (yuppies trasnochados en traje y corbata) que llenaban el restaurante, a las dos nos gustó mucho la relación calidad precio del menú. Por quince euros, de lunes a viernes, tienes un menú completo y con buen producto, que incluye bebida. Nosotras nos tomamos una fabada (por supuesto, con piparras, que me encantan) y una ensalada de primero, y de segundo coincidimos ambas en una lubina que estaba muy, pero que muy rica. El vino, recomendación de David Villalón, uno de los dos hermanos que manejan el cotarro, fue un excelente El Terroir de Domains Lupier. Al otro, Marío, a cargo de la coctelería (sí, tienen cócteles, y al parecer, riquísimos) no tuve ocasión de conocerle. Me apunto el sitio para volver, con más tiempo, un día de estos.
Recientemente, por fin probé las tapas de Baco y Beto, un local que mil veces, sabiéndome local del foie, me ha recomendado Eduardo de la Puente, de la Guía del Ocio. ¿Por qué? Por su foie a la plancha, vuelta y vuelta, como a mí me gusta. El sitio me encantó: por su ambiente, por el foie y el resto de los platillos, y por el precio, que con un par de copas de vino cada una (fui con Marta y Beatriz) salimos por 14 euros por cabeza.

La foto del cocido cilantrero
es de Félix Soriano

Mi peregrinaje gastronómico acaba, por ahora, en Cilantro, una taberna madrileña de la que ya he hablado largo y tendido en este blog. Con Mónica, en nuestra ya instaurada comida semanal, fuimos a tomarnos el cocido que Pepe Gorines ha establecido para los miércoles. ¡Madre mía qué cocido! Mónica y yo disfrutamos de lo lindo. Decir que repetí sopa y en la bandeja de la verdura, la carne y los garbanzos no quedó nada. Por 15,50 euros de nada, no solo se disfruta, ¡se roza el cielo!

2 comentarios:

  1. Un buen recorrido! me anoto Soma, Baco y Beto y Mamá framboise -éste último lo tengo pendiente y digo yo que tendré que probar esos croissants, jejee- En el Padre estuve, justo con mi tocaya Raquel y coincido contigo, pues calidad-precio está muy bien. Y a Cilantro volveré, pues la experiencia me gustó.

    Un abrazo.

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  2. Anda, esta Raquel Líguida que nos lleva a todas al huerto. Al final va a resultar que tiene comisión en El Padre:) En Soma se come muy bien, y el restaurante es muy bonito, con amplios ventanales a la calle Goya. El menú de 25 euros lo tienen siempre (no solo al mediodía). Baco y Beto está muy bien, Raquel, es un sitio BBB. Si eres amante de un buen croissant, Mamá Framboise es tu sitio. También tienen otras muchas especialidades francesas, como los ahora en España tan de moda macarons. Un beso muy fuerte.

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