jueves, 22 de marzo de 2012

¿Acaso no se puede ser (casi) perfecto?

Hace unos cuantos años trabajé como correctora de estilo. En mi labor diaria realizaba tareas tan importantes como controlar que en los textos no hubiera faltas de ortografía o erratas, y verificar que la sintaxis y semántica de cada oración fuera la correcta. Hablando en plata, vigilaba que las frases redactadas  por el escritor estuvieran correctamente construidas y se entendiera a la perfección el mensaje que este quería transmitir. Si no era así, ahí estaba mi pericia como correctora para, respetando el estilo del autor, corregir todo lo erróneo que buenamente detectara. Este recuerdo del pasado viene a hilo de la 'polémica' desatada a raíz de un artículo publicado en New York Times en el que una escritora 'negra' retrata a la industria editorial gastronómica. En él, la escritora cuenta cómo muchos de los libros culinarios escritos por famosos son en realidad libros hechos por redactores fantasma (ghostwriter, en inglés). Pone como ejemplo, entre otros, el libro de recetas de Gwyneth Paltrow del que según dice, está escrito por la 'negra' Julia Turshen. A esta afirmación, salió al paso la actriz norteamericana en su cuenta de twitter: "Adoro la sección de gastronomía del New York Times pero la de esta semana necesita una revisión. No hubo ningún negro en mi libro de cocina. Yo escribí cada palabra". Al parecer, las declaraciones de la actriz fueron un revulsivo que hizo sacar uñas y dientes a los detractores de personas 'insoportablemente perfectas' o 'guapérrimas renacentistas', tal como la tildan algunos en la red. Amparándose, muchos de ellos, en la dedicatoria que la propia Paltrow escribe a Turshen en el libro, las redes sociales se han llenado de burlas hacia una persona que no sé por qué motivo no puede haber escrito un simple y sencillo libro de recetas. Si Paltrow aclara que lo ha escrito ella, ¿no debemos creerla? ¿Hay algún motivo para no hacerlo? Yo, por lo pronto, me remito a mi pasado de correctora en el que, en ningún momento, se me ocurrió autoproclamarme autora de los libros que tuve la suerte de corregir.



3 comentarios:

  1. Humilde indicación de error a una correctora:
    "las redes sociales se han llenado de burlas hacÍa una persona"

    :)

    Sobre el tema, al final todo se resume en "envidia" y en no poder soportar que la gente pueda hacer cosas que tú no.

    Aunque quién sabe, lo mismo no lo ha escrito ella de verdad...

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  2. ¡Gracias, Anónimo! Lo corrijo. Por ello son necesarios los correctores, porque a uno mismo, aunque relee, al final ya no ve nada.

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  3. Pues no lo corrijas, estaba bien tal como tú lo habías escrito en un principio.

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