Gracias a la periodista
Yanet Acosta, he leído un
artículo de
Marta Múñoz-Calero en la versión online de SModa (El País) sobre los cinco
cocineros españoles más guapos. Al margen de lo discutible (o no) que me pueda
parecer el artículo y la lista, pienso que es una banalización de la profesión
culinaria el clasificar a los chef por su supuesto grado de atractivo físico.
Además, el enfoque que le da la periodista me parece del todo desacertado. Salvo
algún o alguna friki, no me imagino a nadie yendo a un restaurante a comer por
lo ‘guapo’ que le parezca el cocinero. En un restaurante entiendo que se valora
otro tipo de cosas. Señalar también que me parece un tanto raro que una persona
incluya a su hermano en una lista de hombres atractivos. Si era condición
sinequanon
de El País que el chef Javier Múñoz-Calero tenía que incluirse, ¿por qué no
encargarle el trabajo a otro plumillas? Si por el contrario, la lista la ha
confeccionada Múñoz-Calero a su libre albedrío, ¿no chirría un poco?
estan muy feos pobrecitos se vale soñar
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