viernes, 15 de junio de 2012

Paremos la crisis del periodismo: ¡está en nuestra mano!

Vale que Cebrián y el resto de los gestores de Prisa son lo peor. Vale que su sueldo es no sé cuantas de cientos de veces más que el de algunos redactores, pero ello no es óbice para que estos no hagan bien su trabajo. Seamos serios, la crisis del periodismo empieza justo ahí, en el periodismo.
Ayer fui testigo de dos hechos que, creo, ponen el dedo en la llaga. Primero, mi entrevista a una conocida pin-up. Para hablar con ella me documenté con datos de su  página web y leyendo algunas entrevistas que le habían hecho en el pasado. Le pregunté acerca de una declaración en concreto. Su respuesta no dejó lugar a dudas. Primero vinieron risas; después una negación categórica de haber pronunciando jamás una sentencia similar. "Los periodistas se lo inventan todo. Te encasillan en un estereotipo que es el que les da la gana, y luego redactan". ¿Da qué pensar, verdad?

El otro hecho está relacionado con un artículo, ayer, publicado en El País. La redactora narra la rueda de prensa de los querellantes contra Rato, impulsada por el movimiento 15M. Hay una cierta dosis de mala baba, sí, pero eso es una percepción personal (poner entrecomillada la palabra juristas desprende cierta intención de hacer daño, ¿no?)Y también una gran falta de rigor. Que, ¿cómo lo sé? Porque casualmente conozco a una de las personas de las que se habla en el artículo, y todo lo que se dice en él es falso. 


Carlos, residente en Malasaña, que no quiere dar su apellido (no se quitó las gafas de sol en toda la presentación), director de marketing online. Carlos invirtió parte de sus ahorros (no quiere decir la cantidad) en acciones de la entidad, de la que es cliente desde los 16 años. "Lo hice asesorado por mi sucursal, donde me dijeron que la acción no había tocado techo y decidí tirar para delante".

Ni Carlos reside en Malasaña (le dijo a la redactora que vivía en la glorieta de Bilbao), ni lucía las gafas puestas, ni se negó en ningún momento a facilitar su nombre. Y así, con nombre, y a cara descubierta, ¡salió en el informativo de La Sexta!

No es solo un problema de Prisa. Abrí el post hablando de Cebrián porque es cierto, flaco favor se hace a la prensa con gestiones como la suya. Pero los periodistas también tenemos responsabilidad en la crisis.Y estemos en el medio que estemos, nuestro deber es informar con rigor, no hacer literatura que se acomode a la idea que tenemos, a título personal, de ciertas cuestiones y hechos. Las crisis suponen cambios; ergo, ¡cambiemos para mejor!

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