miércoles, 24 de marzo de 2010

El previsible desastre de la Expo Shangai 2010


Ayer fue la presentación oficial en Madrid a medios de comunicación y sector turístico de la Expo Shangai 2010 por parte de la embajada de China y la oficina de turismo del país asiático. La presentación fue de una sencillez espartana, por no decir, paupérrima. El acto estuvo presidido por Zhu Bangzao (en la foto), embajador de China en España, quien ofreció un corto discurso en chino, algo que fue de agradecer. Lo que no se agradeció tanto fue la intervención de Shi Xiang, director de la oficina de turismo de China en España. El discurso de este último, también en chino, fue tedioso, largo y carente de interés. La traducción dejaba mucho que desear llegando a oírse adjetivos absurdos para calificar un paraje: "La zona de Shangri-la muestra sus misterios a los turistas ofreciéndoles paisajes paranoicos". Una podía esperar en la presentación de un evento tan grande como una exposición universal cierto colorido, algo de espectáculo. Lo más trabajado fue el video promocional del que ofrecieron un pase al final de los discursos, aunque como comentaba una colega los protagonistas occidentales del vídeo bien cara de bobos tenían. Ni un triste baile, ninguna ceremonia milenaria (en un humilde restaurante chino de Madrid te ofrecen una estupenda ceremonia del té todos los martes), ni una corta actuación musical. Después hubo cóctel, si se le puede llamar así. Unas pocas croquetas (recalentadas) unos mini rollitos chinos, una tortilla a repartir entre aproximadamente 60 personas, y poco más para calmar estómagos ya rugientes por lo avanzado de la hora. Bebida, eso sí, a raudales: cerveza (presumiblemente sin alcohol, no nos fuéramos a emborrachar) y refrescos de cola y naranja. El vino no se dejó ver hasta los postres: un Rioja de nombre Preferido, cosecha 2008 de uva tempranillo y un blanco de Navarra, chardonnay, llamado Beamonte. Dos botellas -lo bueno, si breve, dos veces bueno- abiertas y tapadas con corchos que no le correspondían. Y después, para bajar tamaño festín un cafetito que nunca viene mal. Viendo la presentación, poco se puede esperar de la Expo Shangai 2010.

1 comentario:

  1. Me he reído hasta hartarme, aunque supongo que los que asististeis allí más bien llorasteis. Qué fuerte lo de los corchos, qué fuerte una tortilla para 60, qué fuerte todo.

    ResponderEliminar