domingo, 10 de octubre de 2010

Un sábado cualquiera


El grupete en El Anciano Rey de los vinos

En la ciudad donde vivo, sabes muy bien cuándo sales pero nunca cuándo vuelves. En mi caso, el tener hijos me facilita la tarea, e impide que se me vaya la cabeza, pero así y todo, lo que parecía iba a ser un aperitivo se convirtió en un periplo de bar en bar que comenzó a las 13.30 y acabó rozando las nueve.
Ayer me salté una tradición que tengo desde hace unos años, la fiesta de la vendimia que organiza el Consejo Regulador del Cava en la plaza Mayor. El día no invitaba a salir y alrededor del mediodía, justo cuando empiezan a calentarse motores a golpe de copas de cava, decidí no moverme de casa. Había quedado con algunos amigos pero anulé la cita aludiendo al tiempo y a cierta molestia de salud que, todo hay que decirlo, quedó subsanada en poco tiempo a golpe de pastillas. Pero sobre la 13 horas, despertó el diablillo que me tiende a disfrutar del sábado. Nuevo cambio de planes: llamé a mis amigos para decir que estaba mucho mejor y que en la plaza Mayor nos veríamos todos. Claro que era muy tarde, mientras llegábamos la promoción del cava seguro que había acabado. Al final quedamos todos citados en la taberna El Anciano Rey de los Vinos, donde siempre te atienden fenomenal y tienen un vermut de lo más rico. Después, el aperitivo se trasladó a La Latina, donde por unos instantes pensé que había cambiado de ciudad: bares cerrados y otros vacios. De todos modos, conseguimos colocarnos en una taberna nueva, donde, a golpe de Albariño, continuamos la velada. Buena compañía, incluida gente muy rara, o sea, rara, rara, jeje.

3 comentarios:

  1. Esos boquerones de El Anciano Rey de los Vinos hay que probarlos, sin duda, una vez en la vida. Igual que el albariño, del quesiempre hay que repetir. Besos!


    Montse

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  2. Increíble, y doy fé, un sábado de puente y mis favoritos de la Cava, Tempranillo, San Lúcar o Casa Lucas por ejemplo... Cerradísimos a cal y a canto... Habrá que reintentarlo.

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  3. Pues sí, yo también estaba bastante sorprendida, la verdad. Buena excusa para volver a intentarlo, ¿no?

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